En 1984, el Gobierno de México aprobó una ley que prohíbe la modificación o el uso incorrecto de los símbolos nacionales: la bandera, el escudo y el himno. (La ley también indica cómo y cuándo debe llevarse la banda presidencial). Músicos, artistas, poetas y escritores con frecuencia son denunciados e incluso multados por violar la ley, al menos cuando expresan opiniones que son críticas con el Gobierno. Entretanto, a los mexicanos se les permite producir y se les incita a comprar toda clase de mercancías que llevan estos símbolos impresos, desde águilas doradas de peluche a portalatas de cerveza verdes, blancos y rojos. Estos objetos se exponen de manera especialmente llamativa el 15 de septiembre, fecha en que se celebra el Día de la Independencia de México y el presidente pronuncia el ceremonial “Grito de Independencia” en el Zócalo abarrotado de banderas en la capital.
En respuesta a los esfuerzos que realiza el Gobierno para asegurar que los símbolos nacionales se utilicen únicamente para engrandecer el Estado, Juan Caloca, artista de la Ciudad de México, creó un videojuego, Alta traición, con el programador Emilio Peláez, que fue publicado recientemente por Triple Canopy. Alta traición sitúa al jugador dentro de una perturbadora versión del Palacio Nacional, sede de las oficinas del presidente, la Secretaría de Hacienda y los archivos estatales. Al recorrer el Palacio, cuya fachada colonial domina el Zócalo, el jugador es transportado al interior de una red de calabozos subterráneos que funcionan como galerías. El Palacio se presenta como un pabellón nacional irónico, repleto de imágenes y objetos que socavan (y que en muchos casos desfiguran o profanan) los símbolos más sagrados de México…o, al menos, la manipulación que hace de ellos el Gobierno. Son visiones del país tal como es o podría ser, no como al Gobierno le gustaría que se viera.
En Parque Galería, Caloca presentará el juego y conversará con Paloma Contreras Lomas.
- Juan Caloca vive y trabaja en la ciudad de México. Es miembro fundador de la Cooperativa Cráter Invertido y del Colectivo Grupo (de). De manera frecuente utiliza la memoria y la historia de México como temática en su obra. Su obra se ha sido expuesta en Parque Galería, la Bienal de Gwanju 2016 (con Cráter Invertido), Museo Universitario de Arte Contemporaneo, Bikini Wax, y el Museo de Arte Carrillo Gil, en la Ciudad de México; así como en el Museum of Latin American Art, Long Beach, California; y la Ivan Gallery, Alberta College of Art + Design, Canada.
- Paloma Contreras Lomas explora distintos vestigios de la masculinizada política mexicana, buscando huir de tácticas panfletarias, utiliza la caricatura política como método de producción y pensamiento. Trabaja por escrito, dibujo, instalación y video. Es miembro activo del colectivo Biquini Wax, además de ser bañista honoraria en el grupo de estudios sub-críticos y curatoriales latinoamericanos Los Yacusi. Su trabajo se ha exhibido en la Ciudad de México en Museo de Arte Moderno de México; Museo Universitario de Arte Contemporáneo; Alumnos47; Ladrón Galería; Museo Numismático; y en Museum of Contemporary Art, Los Angeles; Kirkland Gallery, Harvard University, Cambridge. Ha editado de manera independiente distintas publicaciones como Sin Valor (2015); El Instituto para el estudio del Fascismo (2017); Fanzine Menstrual día uno y día dos (2016); y Las Botas de Hule precioso (2016). Ha publicado en libros como Manifiestos (Random House, 2017) y en el Blog de Crítica. Es escritora fantasma en su blog de escritura Lirio Cobra.